martes, 8 de febrero de 2011

República y Educación: Un binomio roto por la historia

La II República (1931−1936), posterior a la Dictadura de Primo de Rivera, despierta la conciencia social para cambiar el gobierno existente. Esto se pone de manifiesto por primera vez el 12 de Abril de 1931, cuando se lleva a cabo un referéndum acerca del sistema de España, preguntando a los ciudadanos qué preferían, si la República o la Monarquía. Después de realizarse manifestaciones en pro de la República, finalmente ganaron los republicanos y la II República se instauró el 14 de Abril de 1931 dando el comienzo de una etapa intensa, pero desgraciadamente breve, en la mejora del nivel de educación y de acceso a la cultura de la población española. Necesidad perentoria si tenemos en cuenta que en 1931 la tasa de analfabetismo se situaba en el 44’3%, y que la mayoría de la población alfabetizada era ajena al libro y a la cultura ya que tan sólo cuatro millones, de los veintitrés que formaban la población de nuestro país en 1934, tenían acceso al libro y al periódico. Esta penosa situación era aún más grave en el medio rural, donde vivía la mayoría de la población.

La Constitución de 1931 fue aprobada en Diciembre de ese mismo año y don respecto a la educación, contemplamos el artículo 48 que dice:
   La enseñanza primaria será gratuita y obligatoria.
    La enseñanza será laica, hará del trabajo el eje de su actividad metodológica y se inspirará en ideales de solidaridad humana.
   Se reconoce a las Iglesias el derecho, sujeto a inspección del Estado, de enseñar sus respectivas doctrinas en sus propios establecimientos.
La II República española fue un tiempo breve, un tiempo insuficiente en la que se distinguen tres períodos de la misma, de ahí la expresión de “Tres repúblicas en una”:
  1. En primer lugar, podemos distinguir un bienio azañista (1931-33). Éste es un período caracterizado por el progresismo en educación, por la renovación de la enseñanza primaria, que se concretaría en el impulso que se dio a la construcción de escuelas para paliar el histórico déficit de plazas escolares, la mejora de la formación del profesorado, la dignificación de la figura del maestro, la consagración de la libertad de cátedra y de la libertad de conciencia, la ampliación de las plantillas del magisterio, la elevación de los sueldos, se reformaron las Escuelas Normales, se creó el Patronato de Misiones Pedagógicas, la introducción de la coeducación y nuevas metodologías, la puesta en marcha de los Consejos Escolares, la disolución de la Compañía de Jesús, etc.
  2. A este primer período le sucedió un bienio radical-cedista (1933-1935), coalición formada por radicales y católicos. En lo que concierne a la educación puede afirmarse que se produjo una contrarreforma, una involución de algunos de los logros del período anterior: descenso en el ritmo de construcciones escolares, prohibición de la coeducación en las escuelas primarias, reforma de la inspección, retroceso en la enseñanza universitaria. Sin embargo, se prestó mucha atención al Bachillerato.
  3. Y el Frente Popular, (desde el 16 febrero a julio de 1936). que reunió a los partidos de izquierda (republicanos, socialistas y comunistas) en una entidad común, en un tiempo convulso, caracterizado por la crispación social y la intolerancia por parte de la extrema derecha y la extrema izquierda. Durante estos meses, se sucedieron graves enfrentamientos, que fueron antesala de la trágica sublevación militar del mes de julio.
De estos tres períodos se extraen a continuación los grandes principios educativos, que en la mayoría fueron aprobados a inicios de este nuevo estado:
  • Bilingüismo: se reconoce la existencia de distintas lenguas.
  • Reorganización del Consejo de Instrucción Pública.
  • La enseñanza religiosa: regula y suprime la obligatoriedad de la enseñanza de la religión, basándose en la libertad religiosa, libertad a la conciencia del niño y del maestro.
  • Creación de las Misiones Pedagógicas:1 cuyo objetivo era extender la cultura general o modernización docente, la educación en aldeas, villas y lugares que lo necesiten.
  • La atención a la escuela primaria, ya que se pensaba que era la piedra angular de la educación. Se propusieron la construcción de 27.000 escuelas (el reto más importante) para escolarizar al millón de niños que no asistían a la escuela ya que en aquel momento no había. La creación se haría a través de un Plan quinquenal:
AÑOS
NÚMERO DE ESCUELAS
7000
5000
5000
5000
5000
El problema fue que necesitaban financiación, cerca de 400 millones de pesetas a través de la deuda pública. Hay que darse cuenta de que en este momento hay una recesión económica (el crack del 29). Al final, no se construyeron las escuelas que se pensaban.

Se intenta dotar de una ley educativa acorde con el pensamiento de la II Republica con los siguientes principios básicos: La educación pública debe ser laica. La escuela debe dar información sólo sobre la historia de las religiones como otra materia más; la enseñanza deber ser gratuita, especialmente en primaria; la educación debe tener un carácter activo y creador; defensa de la coeducación.

Fue el siglo de oro de la pedagogía y la educación, fue un tiempo donde, por primera vez en nuestro país, la cultura se entendió como un bien común y no como algo reservado para las clases privilegiadas, fue un esfuerzo imponente en la promoción de la lectura y en la creación, organización y mejora de las bibliotecas públicas,... y también fue un periodo de sombras a la vez que contaba con luminosidad. 

1 comentario:

  1. jesus como pongas textos tan largos no los puedo leer que me cansó..

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